lunes, 14 de noviembre de 2011

La hada dormilona


Helia era una hada pequeña que estaba aprendiendo cosas de hadas. Helia es muy muy muy dormilona, un día se levantó tan tarde que la profesora Aneli una hada mayor la hecho un buen recoplón. El primer día que se levantó temprano
se dormía a chorros.
Helia miraba como la galleta se deshacía en la leche caliente de su enorme tazón blanco. Su padre tiene un gran boca y le gusta tener grandes tazones
.
Se vistió primero un pantalón y su camiseta prefer
ida y después se puso su colgante de la suerte que siempre lo llevaba. Miro su reloj de semillas y vio que era tarde por eso se apresuró. En la casa había un olor raro como a podrido entró en la cocina y vio a su madre cocinando un repollo con
almendras. Helia dio una arcada para ella sin dar ruido su madre la saludó dándola un beso, los labios de su madre estaban agrietados y sucios. Abrió la puerta de la calle un viento fresco despejó su cara. Caminó entre las hojas rojas de los arboles. Los conejos salian a desayunar y podía notar el olor al rocío mañanero. En el camino se encontró a Jion su amigo, Jion estaba enfermo frecuentemente por eso le veía poco. En la escuela todo el mundo entraba cantando y bailando, en la clase el olor a café le recordó que a su derecha se encontraba la señorita Aneli. Continuará.

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